Parece que este controvertido impuesto tiene asegurado otro tiempo de permanencia en el sistema tributario español, pero ¿en qué condiciones?.
¿Cuál es la postura del nuevo Gobierno?
Una vez consolidado el Gobierno , parece que este controvertido impuesto tiene asegurado otro tiempo de permanencia en el sistema tributario español, pero ¿en qué condiciones?.
Según establecían los programas políticos de los partidos coaligados, parece que se apuesta por la continuidad de este tributo y, si cabe, con una mayor dosis de control de las grandes fortunas.
Así, en el programa político del PSOE para las pasadas elecciones del año 2019 se exponía que «se implantará un mayor control de contribuyentes con elevados patrimonios», añadiendo que, «quienes más capacidad económica tienen deberán contribuir en mayor medida».
Por su parte, en el programa político de UP, se explicaba que se crearía un nuevo impuesto progresivo sobre las grandes fortunas que recaudase un 1% del PIB, cuyos contribuyentes serían los que poseyeran más de 1.000.000 €, y según esta formación, se recaudaría aproximadamente unos 12.500.000.000 €, para lo cual tendría unos tipos del 2 al 3,5% y sustituiría al actual IP.
¿Cumplirá el IP dicha finalidad recaudatoria?
La primera cuestión es ¿puede este impuesto, al que se ha tildado de falto de potencial recaudatorio [y por ello suprimible], llegar a alcanzar el importe que le asigna en su programa UP? Creo que, sin duda, siempre que se supriman las exenciones del actual IP, las bonificaciones autonómicas y se cuantifique la base imponible por el valor real o de mercado, aun manteniendo, o incluso bajando los tipos actuales, se puede afirmar que sí -en este sentido, solo con incluir la recaudación de Madrid, se aumentaría en más de 1.000.000.000 € y si se suprimen las exenciones de vivienda, bienes del patrimonio histórico y empresa familiar, la subida podría superar los 7.000.000.000 €.
Un saludo
ATRUJILLO