Hay cientos de sociedades de diferentes sectores, todos ellos con ventas directas al público (bares, restaurantes, peluquerías, discotecas, pastelerías etc.) que están siendo investigadas.
La Agencia Tributaria ha puesto el foco sobre cientos de comercios, a los que está rastreando en busca de irregularidades en sus sistemas de cobros y facturación. Así lo está haciendo saber a las propias empresas mediante cartas o comunicados, por medio de una carta en la que les informa de que dispone de todos los movimientos de sus cuentas bancarias, y detalla que sus datos en cuanto a los cobros realizados, tanto en efectivo como con en tarjeta, son diferentes a los registrados en su sector.
El objetivo de estas misivas es lograr que los negocios regularicen voluntariamente su declaración de ingresos a fin de luchar contra el fraude y la economía sumergida.
Carta, visita e inspección.
Esta carta es solo una comunicación, que no exige contestación, envío de documentación, ni la justificación de los abonos que puedan existir en sus cuentas bancarias. Simplemente le trasladan la información que tiene la Agencia Tributaria».
Tras la recepción de esta misiva, pueden ocurrir dos cosas que las empresas reciban en las siguientes semanas la visita de funcionarios de Hacienda para valorar “in situ” si hay riesgo de fraude fiscal. Y la última fase de este control, que es la inspección en aquellos casos en que se aprecia que, tras las cartas y las visitas, el empresario sigue manteniendo parámetros de riesgo fiscal y no ha variado sus datos de ingresos. Se trata de comprobaciones en profundidad para supuestos que Hacienda considera especialmente relevantes por su gravedad.
La estrategia se basa en tres pasos: el envío de cartas a gran escala, en primer término, un número inferior de visitas al negocio y una tercera fase más reducida en la que la revisión es al detalle.
Eso sí, aunque resulte obvio recuerde que los técnicos de Hacienda han de estar identificados en todo momento. No está previsto en la normativa que puedan pasar a hacer actuaciones de incógnito.
Más y más.
Y por si esto fuera poco, que no lo es, les avanzamos que el plan de actuación que plantea la Agencia Tributaria a sus inspectores en este 2019 implica, entre otras cosas, aumentar el control sobre:
– Las empresas inactivas.
– Las horas de entrada y salida de los trabajadores, para evitar que se hagan contratos por menos horas de las trabajadas, además de reforzar el control sobre las subcontratas y empresas de multiservicio.
– Las actividades económicas dentro del IRPF, especialmente respecto a los rendimientos obtenidos por viviendas turísticas y el abuso del uso del régimen de entidades sin fines lucrativos.
– El Registro de Operadores Intracomunitarios (ROI), y sobre las actividades económicas clasificadas como de alto riesgo.
– Los patrimonios elevados.
– El uso del doble software o programas de doble contabilidad, con la intención de evitar facturaciones irregulares.
Un saludo
ATRUJILLO